En julio de 2019 me puse en marcha para hacer el Camino de Santiago desde Igualada hasta Santiago en bicicleta. Empecé este blog con la intención de darle continuidad y relatar los acontecimientos y etapas recorridas cada día. Pero no tuve la constancia para completarlo, al contrario, al sexto día lo abandoné. quizás más adelante miraré de recuperar información de esas etapas y las transcriba en la medida de lo que pueda recordar y recuperar.
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| Astorga, Palacio Episcopal |
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| Dormitorio Albergue Amigos del Camino de Santiago, Astorga |
En aquella ocasión tuve que abandonar el Camino por razones de salud o quizás de agotamiento, el cuerpo me dijo "basta". Cuando llegué a Astorga, me instalé en el albergue Amigos del Camino de Santiago y justo cuando estaba junto a la litera que me habían asignado me empezó a dar un mareo, que todo me daba vueltas como en un tiovivo. Casi me caigo redondo al suelo pero me las arreglé para caer en la cama, que por suerte era la de abajo. El mareo seguía y grité a ver si alguien me oía pero no vino nadie, así que llamé al 112 de emergencias. No tardaron en venir. Mientras me estaban visitando me dio por tener ganas de vomitar y casi no llegué al baño, dejé todo hecho un asco alrededor del lavabo. Me diagnosticaron vértigo, me medicaron y me instaron a que fuera al día siguiente al ambulatorio. Pasé la noche más tranquilo y al día siguiente por la mañana el hospitalero me acompañó al ambulatorio, no lo recuerdo bien , pero me parece que fuimos en taxi. Allí me hicieron una exploración completa y ratificaron el diagnóstico. Efectivamente era un vértigo. Tres o cuatro días de reposo o volver a casa. Opté por volver a casa, pues la estancia en un albergue consiste en que cada día has de recoger tus cosas, salir máximo a la 8 de la mañana y no volver a entrar hasta las 12 del mediodía. Eso entorpece el reposo. Decidí volver en autobús, directo de Astorga a la estación de Sants en Barcelona. Ya había comprado una bolsa que te vende la misma compañía de autobuses, Alsa, y esta vez el hospitalero también me acompaño a la estación. Fuimos andando empujando la bicicleta. En la estación la desmonté y la introduje en su bolsa. La cargamos en el maletero del autobús junta a las alforjas y viaje a Barcelona. En la estación esperé a que me viniera a buscar Carlos. Mientras lo esperaba, monté la bicicleta para cargarla en el techo del coche. La cargamos y a casa. Así acabó mi camino en 2019, con el propósito de hacer el resto desde Astorga a Santiago en otra ocasión.
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A punto de subir al autobús, Astorga
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| 30 de julio de 2019 - De vuelta a casa |
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